sábado, 28 de enero de 2012

La anciana de la ventana


Soñaba como todos con ser grande, y habitar este mundo transitado, tener una casita y en el salón de la boda su retrato. Soñaba tantas cosas cuando niña, que sin darse cuenta los años se pasaron, ni una casa, ni unos hijos, ni un amado, todos esos sueños, se olvidaron. Ahora espera siempre en su ventana, el pelo gris canoso en moño atrapado, y ve jugar los niños en la plaza, y vuelven los sueños del pasado. Acaricia sus brazos ya cansados, y se abraza en soledad, ha pasado todos estos años al cuidado de los hombres que la quisieron adoptar. Ella fiel, pues de la calle la sacaron, se estremece por el frío del cristal, y recuerda su infancia callejera, no sabría definir la libertad.

©2012 - Santiago Alonso  - Todos los derechos reservados

Eres invencible


  ¿Por qué has de sentirte desolado
si posees arma tan invencible,
si tu sonrisa derriba cual soldado
al enemigo incierto más temible?

© 2012 - Santiago Alonso - Todos los derechos reservados.

Regresa...


Arrópame con tu recuerdo esta noche gélida de ausencia que dilata cruelmente el tiempo del reloj. Acaricia mi sueño con tu mirada, y convierte el silencio en melodía a través de un susurro que resuene en mi retina despertando el ritmo cardiaco de mi soledad. Taconea de nuevo, y si fuera necesario, impón otra vez el  portazo que despertó mi conciencia y, todavía hoy, me hace llorar, cobarde, arrepentido, hueco...  Sitúate detrás de mí, porque sin la sombra de saberte cerca, el vértigo me invade, y temo caer, caer como caí en ese abismo de remordimiento y culpa que desvela mis noches, y te devuelve al lado de la cama que fue tuyo, que es tuyo.

© 2012 - Santiago Alonso - Todos los derechos reservados.

Latido de ausencia


Noviembre. Mi latido suena a ausencia, llueve al otro lado del cristal. Los recuerdos poco a poco van cayendo como gotas que resbalan sigilosas y humedecen mi retina de nostalgia. Ausencia. O tal vez presencia. Siento tan cerca a las personas que completaron las etapas del camino y partieron dejando su recuerdo, que no puedo hablar de ausencia. Los siento cerca. Esboza mi mirada una sonrisa al recordarles, al revivir momentos tiernos, otros menos, pero siempre intensos. Me siento afortunado de haberlos conocido, de haber compartido instantes, de haber querido y haberme sentido querido. Aunque ya no estén, estando hoy más cerca que nunca, en su ausencia, en su presencia. Por aquellos que un día compartieron el milagro de la vida, allá donde estén, que me permiten recordarles y sentirles vivos de nuevo, vaya hoy mi latido del verso.

No sé por qué razón,
hoy me acorde de ti,
el tiempo ya ha pasado,
tu ausencia sigue en mí,
el aire que respiro
aun conserva tu perfume,
me abrazo a la nostalgia
que mi soledad consume.
Aunque ya no estés,
te siento viva y cercana,
ausencia que hiela mi piel,
recuerdo que acaricia mi alma.
Todos tendremos que irnos,
convertirnos en ausencia,
pero alguien tal vez
quien menos te esperas,
te recordará una tarde
de noviembre, o en primavera,
y revivirá tu esencia,
tus latidos, tu huella.

© 2010 - Santiago Alonso - Todos los derechos reservados.