Siento mucho este largo tiempo de ausencia, pero he andado surcando los mares y, la verdad, apenas he tenido tiempo de conectarme a la red. Ha sido una experiencia realmente maravillosa. No quiero dejar este blog que comencé con tanta ilusión aunque ando un poco desbordado de trabajo entre las festividades de los pueblos con los que trabajo y los nuevos proyectos. Ahora me voy para Canarias por lo que supongo que estaré unas semanas sin escribir. Y al volver, más maletas, toca el viaje a América y cumplir con mi promesa de firmar el nuevo libro allá. A mediados de septiembre de nuevo en Madrid comenzaré los cursos que ya tengo comprometidos. Así que espero poder retomar el blog en septiembre con la continuidad que se merece. Aquí os dejo un pequeño poema que salió desde alta mar... Espero que os guste.
Esperanza
Arrúllame en la espuma salada de tus besos
que acarician mi piel y sudan mis recuerdos,
desnúdame despacio sin tus dedos,
tan solo con tus ojos clavados en mis remos.
Y déjame soñarte desde mar adentro,
en esta soledad que me devora el seso,
permíteme quererte mientras concilio el sueño,
meciéndome en las olas que velan mis tormentos.
Susúrrame la brisa de un encuentro,
regálame ilusión para vencer al tiempo,
hoy estoy luchando cuerpo a cuerpo,
tan sólo la esperanza se alió a mi ejército,
la esperanza de tenerte cuando regrese a puerto.
Arrúllame en la espuma salada de tus besos
que acarician mi piel y sudan mis recuerdos,
desnúdame despacio sin tus dedos,
tan solo con tus ojos clavados en mis remos.
Y déjame soñarte desde mar adentro,
en esta soledad que me devora el seso,
permíteme quererte mientras concilio el sueño,
meciéndome en las olas que velan mis tormentos.
Susúrrame la brisa de un encuentro,
regálame ilusión para vencer al tiempo,
hoy estoy luchando cuerpo a cuerpo,
tan sólo la esperanza se alió a mi ejército,
la esperanza de tenerte cuando regrese a puerto.
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