jueves, 13 de mayo de 2010

Traspiés


Paso a paso,

de nuevo un traspiés,

me levanto,

paso a paso de nuevo,

traspiés.

Me levanto,

y paso a paso

te miro a los ojos,

te beso labios,

traspiés.

Me levanto

y tomo tu mano,

acaricio tu piel,

te miro a los ojos,

te beso los labios,

traspiés.

Me levanto,

te robo un abrazo,

te miro a los ojos,

acaricio tu piel,

te abrazo de nuevo,

te beso los labios…

y toco el Edén.

© 2010 - Santiago Alonso - Todos los derechos reservados

1 comentario:

Mr. Hat dijo...

Esperaba poder comentarte en una nueva entrada, pero al ver que te demoras en tus entregas literarias he decidido comentarte en tus últimas palabras.
Conoces mi afición por el drama y seguramente no te provoque desconcierto que las dos entradas que más he disfrutado sean "No me despiertes" y "Elegí el infierno". Aunque debo reconocer que el poema del marinero que anela el puerto ha conseguido que desenmascare de ilusiones abandonadas algunos pequeños fragmentos.

Deseoso de leer nuevas entradas, o de poder escucharlas, te emplazo en algún momento del tiempo y el espacio no demasiado lejano.

Un gran abrazo y un beso gordo.

PD: "en siquiera" se me ocurriría otorgar valor a la espada desenvainada sin tino y sin acentos (acierto), pues la sangre que derrame no será más que finas hebras de su propio desencuentro.