La noche se acomoda lentamente,
el eco del perfume de tu ayer
dejó sus garras, tan perennes,
clavadas en los poros de mi piel.
Aroma de un pasado que no vuelve,
y espero cual Penélope su tren,
no puede haber pasado, de repente,
mi vida tan fugaz sin tu querer...
© 2012 - Santiago Alonso - Todos los derechos reservados
3 comentarios:
Me parece una poesía preciosa. Lo cierto es que me relaja, apasiona, motiva y me engrandece leerte. Gracias.
¡Muchísimas gracias!
pones el alma en tus palabras,me traes lejanos recuerdos,de dolores inmensos que la juventud regala
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