Inevitablemente
el tiempo va ganando terreno,
como ser caduco:
envejezco
lentamente,
suavemente.
Discreto y sigiloso siempre,
tiempo,
veneno agridulce que va invadiendo el cuerpo
regalándonos experiencia,
recuerdos...
A la vez que nos arranca impasible
y sin remordimientos
la juventud y la vida,
y a otros tantos compañeros.
Tiempo para vivir,
tiempo para amar,
tiempo para llorar,
para reír o sufrir,
tiempo para gozar,
tiempo para esperar
o dormir.
Sigues pasando,
me has vuelto a engañar.
Mientras de ti escribo,
pensándote,
avanzas despiadadamente
sin darme tregua,
y de nuevo pasas
sin darme cuenta.
© 2010 Santiago Alonso - Todos los derechos reservados
4 comentarios:
menos mal que tienen los derechos reservados, nadie osaria en siquiera copiar algun renglon de tu 'poesia'
Para gusto se hicieron los colores, Anónimo. Anónimo.
preciosas letras, voy a seguirte lo que escribes, besos
Y tan cierto... el tiempo corre, aunque no lleves reloj.. :)
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