Soñaba como todos con ser grande, y habitar este mundo
transitado, tener una casita y en el salón de la boda su retrato. Soñaba tantas
cosas cuando niña, que sin darse cuenta los años se pasaron, ni una casa, ni
unos hijos, ni un amado, todos esos sueños, se olvidaron. Ahora espera siempre
en su ventana, el pelo gris canoso en moño atrapado, y ve jugar los niños en la
plaza, y vuelven los sueños del pasado. Acaricia sus brazos ya cansados, y se
abraza en soledad, ha pasado todos estos años al cuidado de los hombres que la
quisieron adoptar. Ella fiel, pues de la calle la sacaron, se estremece por el
frío del cristal, y recuerda su infancia callejera, no sabría definir la
libertad.
©2012 - Santiago Alonso - Todos los derechos reservados