De sus pasos lentos
se fueron arrastrando año tras año,
longevidad adosada en el silencio
de miradas perdidas y recuerdos.
Apoyada en su bastón,
su cantar risueño.
En lo ronco de su voz,
en lo infante de su gesto
se agudiza el diapasón
descompasado del tiempo,
y se pierde su memoria
en laberintos eternos.
se fueron arrastrando año tras año,
longevidad adosada en el silencio
de miradas perdidas y recuerdos.
Apoyada en su bastón,
su cantar risueño.
En lo ronco de su voz,
en lo infante de su gesto
se agudiza el diapasón
descompasado del tiempo,
y se pierde su memoria
en laberintos eternos.
©2012 - Santiago Alonso - Todos los derechos reservados
se siente feliz cuando la noción de todo pierde, allí acurrucada en su rincón...
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