Inevitablemente
el tiempo va ganando terreno,
como ser caduco:
envejezco
lentamente,
suavemente.
Discreto y sigiloso siempre,
tiempo,
veneno agridulce que va invadiendo el cuerpo
regalándonos experiencia,
recuerdos...
A la vez que nos arranca impasible
y sin remordimientos
la juventud y la vida,
y a otros tantos compañeros.
Tiempo para vivir,
tiempo para amar,
tiempo para llorar,
para reír o sufrir,
tiempo para gozar,
tiempo para esperar
o dormir.
Sigues pasando,
me has vuelto a engañar.
Mientras de ti escribo,
pensándote,
avanzas despiadadamente
sin darme tregua,
y de nuevo pasas
sin darme cuenta.
© 2010 Santiago Alonso - Todos los derechos reservados
menos mal que tienen los derechos reservados, nadie osaria en siquiera copiar algun renglon de tu 'poesia'
ResponderEliminarPara gusto se hicieron los colores, Anónimo. Anónimo.
ResponderEliminarpreciosas letras, voy a seguirte lo que escribes, besos
ResponderEliminarY tan cierto... el tiempo corre, aunque no lleves reloj.. :)
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