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Tras la nostalgia de mi alma,
se esconde un nombre incierto,
un manuscrito escondido
en el rincón polvoriento
de mi dormitorio hueco,
bajo mi desierto.
Y por las noches lo busco,
lo acaricio entre mis sueños,
voy recordando el día
que fui feliz con sus besos,
y repito una vez
y otra vez más en silencio:
"Maldito este recuerdo
que se convierte en tormento",
pues no sé lo que daría
por usurparle al tiempo,
tan sólo un instante de aquellos
que compartí su aliento.
Bendito tener conmigo
esa vivencia lejana,
que me da fuerzas diarias
para salir de la cama.
Pensándote vivo mis días,
pensándote, mis madrugadas.
¡Ay, qué sería mi vida,
si a ti no te recordara!
©2010 - Santiago Alonso - Todos los derechos reservados
1 comentario:
Este blog me ha conquistado, no sólo pienso regalarte esta tarde para devolverte lo que nos has regalado antes, es que además cuando acabe, esperaré ansiosa ... Escribes tan bonito que despiertas las ganas de devorar cada una de las letras.
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