sábado, 7 de julio de 2012

La noche...




La noche se acomoda lentamente,

el eco del perfume de tu ayer

dejó sus garras, tan perennes,

clavadas en los poros de mi piel.


Aroma de un pasado que no vuelve,

y espero cual Penélope su tren,

no puede haber pasado, de repente,

mi vida tan fugaz sin tu querer...


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