Arrópame con tu recuerdo esta noche gélida de ausencia que
dilata cruelmente el tiempo del reloj. Acaricia mi sueño con tu mirada, y
convierte el silencio en melodía a través de un susurro que resuene en mi
retina despertando el ritmo cardiaco de mi soledad. Taconea de nuevo, y si
fuera necesario, impón otra vez el
portazo que despertó mi conciencia y, todavía hoy, me hace llorar,
cobarde, arrepentido, hueco... Sitúate
detrás de mí, porque sin la sombra de saberte cerca, el vértigo me invade, y
temo caer, caer como caí en ese abismo de remordimiento y culpa que desvela mis
noches, y te devuelve al lado de la cama que fue tuyo, que es tuyo.
© 2012 - Santiago Alonso - Todos los derechos reservados.
Ya lo dice ALEJANDRO PLAZA y yo lo interpreto en su grito!! en su canción ¨como puedes decir que no ha pasado nada después de todo el dolor que causastes en mi corazón¨añado ahora caete, sumérgete en la propia catarsis que tu provocaste, hazlo sin miedo puríficate sin miedo y no regreses a mi pero aprende!! aprende de ello.
ResponderEliminarMe subyuga todo lo que expresas Santiago y es que te leería con avidez una vez y otra..Me gustaaaaaaa lo que leo y lo que eres capaz de transmitir!!