domingo, 21 de marzo de 2010

Tiempo


 

Inevitablemente

el tiempo va ganando terreno,

como ser caduco:

envejezco

lentamente,

suavemente.

Discreto y sigiloso siempre,

tiempo,

veneno agridulce que va invadiendo el cuerpo

regalándonos experiencia,

recuerdos...

A la vez que nos arranca impasible

y sin remordimientos

la juventud y la vida,

y a otros tantos compañeros.

Tiempo para vivir,

tiempo para amar,

tiempo para llorar,

para reír o sufrir,

tiempo para gozar,

tiempo para esperar

o dormir.

Sigues pasando,

me has vuelto a engañar.

Mientras de ti escribo,

pensándote,

avanzas despiadadamente

sin darme tregua,

y de nuevo pasas

sin darme cuenta.


 

© 2010 Santiago Alonso - Todos los derechos reservados

viernes, 12 de marzo de 2010

Al otro lado de la cama


 

Al llegar la noche escucho su murmullo

silencioso entre mis sábanas,

y parece que se mueve todavía

y despereza mi nostalgia.


 

Al cerrar tras de mí las esperanzas,

pregunto en silencio al silencio todavía

y encuentro un hogar vacío

y descompuesto,

huérfano de ti:

recuerdo que persistes cada día.


 

Al apagar el último suspiro

rezo encontrarte de nuevo

en el mundo onírico de los sentidos,

pero qué cruel es el castigo de la ausencia

que desvela mi noche,

y me impide soñarte;

que me extirpa gozar siquiera

el recuerdo de tu piel

rozando mi coraza.


 

¡Qué triste sentirte tan lejos,

cuando yaces dormida

al otro lado de la cama!


 

© 2010 Santiago Alonso - Todos los derechos reservados