lunes, 6 de abril de 2009

Poema Acróstico

MARCHA MUNDIAL POR LA PAZ Y LA NO-VIOLENCIA (acróstico)

Miré hacia la lejanía un día
A donde las horas se paran,
Recuerdo de un paraíso,
Camino de tierras extrañas.
Hallé en el camino a una niña,
A un anciano y a un mendigo:

“Marchad donde os lleve el viento”,
Ultimó un peregrino,
“Nación de paz, sin violencia,
De los hombres es asilo,
Imaginad una tierra donde no existen mendigos,
Allá donde el ser humano es humilde y es sencillo,
Lugar donde todos saben convivir como vecinos

Partiendo de la igualdad: mujeres, ancianos y niños”.
Otro anciano se acercó
Regalándome al oído una hermosa canción:

“La marcha será difícil, espinosos los caminos,
Afligirán mil obstáculos antes de alcanzar tu destino.

Pero recuerda, hijo mío,
A veces con sufrimiento uno logra su objetivo.
Zozobrarán tus navíos,

Yo te lo advierto, mi amigo.”

La niña que nos escuchaba, abrió su boca un momento:
“Aunque crean que estás loco,

No creas que esto es un sueño,
O marchamos todos juntos

Valientes en este esfuerzo,
Ilusionados y vivos, avanzando sin aliento;
O rendiremos la esperanza de los débiles y enfermos,
Los que hoy nos necesitan,
Esos que están sufriendo,
Nacidos de una tierra, que es esa tierra que vemos.”
Caminé algo confuso, y desperté de este sueño.
Imaginé un nuevo mundo mientras yo estaba durmiendo,
Ahora emprenderé mi marcha, ¿queréis venir a su encuentro?

© 2009 - SANTIAGO ALONSO